11 junio 2009

Ardores de Agosto

Ardores de Agosto
La vampa d'agosto
Andrea Camilleri
Salamandra 2.009 (Sellerio Editore 2.006)
Trad. María Antonia Meini Pagès
251 pags

Un calor asfixiante arrasa Sicilia como una llamarada; durante el día, el aire se vuelve irrespirable, las piedras queman y ni siquiera un baño en el mar ofrece algo mas que alivio momentáneo. Con la ciudad sumida en in letargo incandescente, Salvo aguarda la llegada de Livia, que viene a casa de unos amigos a pasar las vacaciones en una solitaria casa frente a la playa. Pero el idílico plan se tuerce cuando, oculto en los sótanos de la casa, aparece un baúl con un cadáver dentro. El macabro hallazgo desata los instintos investigadores del comisario, que muy pronto se ve envuelto en una maraña criminal de múltiples facetas que involucra a políticos, banqueros y empresarios, todos bajo la omnipotente tutela de la mafia. Y por si la canícula no fuera suficiente para causar estragos en el comportamiento de los personajes, la presencia casi mágica de una bellísima veinteañera hace flaquear la proverbial lucidez del propio Montalbano, hasta el punto de tentarlo a dar ese paso trascendental que había evitado hasta el momento.
Décima aventura de la serie de Salvo Montalbano, en la que el inimitable comisario sigue haciendo gala de ese vitalismo socarrón y melancólico mientras que se asoma a los abismos mas profundos del ánima humana.

Ya habíamos comentado anteriormente otras obras de Camilleri, como Privado de título y El primer caso de Montalbano. Esta, es un poco diferente, el protagonista no es Salvo Montalbano, el comisario glotón e inteligente al que estamos acostumbrados, sino un capullo sudoroso que cumple el papel de viejo verde detrás de jovencitas que tienen treinta años menos. Al menos la trama es interesante, aunque poca profundidad a la hora de plantear el crimen ¿Chocheara ya Camilleri?
Lo mas destacable de la novela, aparte de un intercambio de plarotos de espaguetis con almejas y de espaguetis con erizos, con un segundo de salmonetes a la planchas (me encantan). Tambien sale en unmomento dado de la nevera del comisario: aceitunas, apio, queso caciocavallo,y platos de anchoas, chipirones, pulpitos, jibias atún y caracolas de mar, cada plato aliñado de una manera diferente. Eso vale por todo lo malo que pueda haber en la novela. ¡¡Qué hambre!!


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