30 julio 2006

La sombra de Poe


La Sombra de Poe
Matthew Pearl
The Poe Shadow
Editorial Seix Barral
456 pags.
2.006 (España junio 2.006)

En el año 1.849 en Baltimore, se produce la muerte de Edgar Allan Poe, de forma repentina, y en circunstancias misteriosas: bajo un ataque de delirium tremens, y con unas ropas que no se corresponden con las suyas. Posteriormente es enterrado de forma precipitada, y apenas acuden al citado entierro mas de cuatro personas. Un abogado de Baltimore, Quentin Clark, experto en pleitos sobre hipotecas y herencias, voráz lector, y que se había carteado con el escritor en pocas ocasiones, decide investigar las verdaderas causas y motivaciones que rodean la muerte del insigne literato. Para obtener ayuda en sus investigaciones, se dirige a París, para encontrar a la persona que sirvió de modelo a Poe de su famoso detective Auguste C. Dupin, protagonista de "Los Crímenes de la Rue de la Morgue", "La Carta Robada" y "La Desaparición de Marie Roguet". El problema es que encuentra a dos candidatos, muy diferentes entre sí. Matthew Pearl, que nos sorprendió agradablemente con su novela "El Club Dante" en esta ocasión, emprende una nueva novela con las aportaciones de distintos investigadores reales a los últimos días y el misterio de la muerte de Edgar Allan Poe. En la solapa de el libro encontramos una reseña, loatoria de Dan Brown, el autor del "Código Da Vinci", pero no nos engañemos, no tiene nada que ver con la lastimosa producción de casquerá barata con la que acostumbra a deleitarnos Brown. Matthew Pearl, se apoya en hechos reales, y al menos, deja claro la parte de ficción de su libro, la parte real, y la provinente de especulaciones, especificando hasta donde puede los origenes de tales especulaciones. El personaje central en esta ocasión, el abogado Quentin Clark, es tan entrañable, como los poetas amigos de Longfellow en "El Club Dante", y en general, los personajes están retratados de forma amable, no hay malvados puros, podemos tener simpatías por el sinvergueza del Barón Dupin, por la asesina "Bonjour" y especialmente por Peter, el compañero de bufete de Clark. Asímismo, podemos tener simpatias con Ellianor Patterson (Madame Bonaparte) y Jeròme Bonaparte, en su causa reconciliar a la rama americana de los Bonaparte con Napoleon III. Los escenarios están minuciosamente descritos, tanto en París como en Baltimore, captando la atmósfera de la época, retratando algunos aspectos de la sociedad de los estados sureños. Aunque bastante realista en ocasiones, toma prestados aspectos de Arthur Conan Doyle, y los detectives Dupin se asemejan considerablemente a Sherlock Holmes, uno de ellos por su afición a los disfraces, y el otro por sus métodos deductivos. Mas Holmes que Dupin. En general, aunque mas floja que el Club Dante, se deja leer, es una lectura atractiva para el verano, y al menos la trama es medianamente original.

18 julio 2006

La Catedral del Mar


La Catedral del Mar
Ildefonso Falcones de Sierra
Ed. Grijalbo
669 pgs.
2.006

En los tiempos del Rey Pedro III El Ceremonioso, Arnau Estanyol hijo de siervos, se dirige a Barcelona en busca de su libertad, acompañado de su padre. Ambos fugitivos pasarán diversas vicisitudes en la ciudad, mientras que trascurre la historia, y como fondo se construye la Iglesia de Santa María del Mar.
Mi impresión personal durante la lectura de este libro, ha variado mucho. Confieso que tenía mucho interés en leerlo, pero a medida que avanzaba en su lectura, el aburrimiento y la decepción comenzaban a embargarme.
¿Qué podía esperar? El autor del libro, es un nóvel, que ha sido encumbrado por el aparato propagandista editorial, he visto comparaciones de este libro con Los Pilares de la Tierra, con La Sombra del Viento, incluso con El Médico.
Si se enfoca desde este punto de vista nos llevamos una desilusión segura.
Se trata de un libro de ficción histórica, parcialmente documentado, que sin embargo entretiene, pues presenta todos los ingredientes que debe tener una novela en la época medieval: mazmorras, derecho de pernada, Santo Oficio, Reyes indiferentes y caprichosos, ballestas y cuchillos, calles oscuras, ejecuciones en la plaza, condes libidinosos, etc....Lo malo es que tanta cantidad de detalles o ingredientes medievales, llevan en algún momento al hastío del lector, por ser demasiado previsible. Los personajes que intervienen en la novela, pertenecen a lo mas clásico del melodrama, bien son malos, muy malos: El Inquisidor Nicolau de Eimeric, Genis de Puig y sus hermanos, en especial la pérfida Margarida, los Señores de Bellera, Elionor, o son buenos, tan buenos que llegan al empalago: especial mención al protagonista Arnau, al moro Sahat, el judio Hasdai, los baistaxos, etc. La falta de rigor histórico es evidente: la expedición naval de Pedro I El Cruel, que tuvo gran mérito, pues desafió la supremacía en el mediterráneo de Aragón, y fué la primera expedición marítima castellana, es tratada de forma burlesca, dandole una importancia desproporcionada a una culebrina. Los almogavares parecen mas bersekers de novela de fantasía tipo El Señor de los Anillos, que guerreros medievales. Y por último, y lo que es mas grave, parece ser que para éste autor, los ejercitos de Pedro el Ceremonioso, estaban constituidos exclusivamente por catalanes, sin ningún aragonés ni valenciano en sus filas (salvo quizás el Rey y los Infantes).
Por otro lado, el personaje principal, no tiene mentalidad en absoluto medieval, sino de barcelonés del siglo XXI (salvo por su religiosidad), y el autor lo hace pasar por una serie de oficios tan dispares, que son inconcebibles en la época medieval: de aprendiz de alfarero, estribador portuario, contable, barón, juez, etc. Puro disparate.
No obstante, se trata en general de una historia entretenida, si jugamos a creernosla, que tiene momentos especiales, sobre todo en lo referente a la construción de la Iglesia, y en la juventud del personaje. Máxime si prescindimos totalemente del periodo de Arnau como barón. En resumen, hay que leerla, pero no esperar de la novela mas de lo que es, una obra de un autor nóvel, encumbrado por el mundillo del marqueting editorial.

04 julio 2006

La línea negra


La Línea Negra
Jean Cristophe Grangé
La ligne noire
Ed Grijalbo
528 pgs.
2.004 (España 2.005)
Traducción de Teresa Clavel.

Marc Dupeyrat, antiguo paparazzi, ahora redactor de la crónica negra, está obsesionado con la pulsión criminal, la motivación de los asesinos en serie. Estudia al presunto asesino Jacques Reverdi, encarcelado en Malasia, y pendiente de juicio.

Jacques Reverdi, antiguo campeón de submarinismo en apnea, ha sido detenido cuando una multitud pretendía lincharlo al sorprenderlo con el cadáver de su última víctima.

Dupeyrat, para acceder al acusado, que no concede entrevistas, idea la personalidad de Elisabeth, estudiante de psicología, y a partir de ahora confidente del presunto criminal....

Las novelas de Jean Cristophe Lagrange (Los Ríos de Color Púrpura, El Imperio de los Lobos), quedan muy bien en el cine, no obstante, presentan la particularidad de que cada una es peor que la anterior.

El desarrollo de la novela, es aceptable en la parte que el personaje de Marc viaja por Asia siguiendo la estela del asesino, pero pierde toda su credibilidad cuando la acción de la novela se desarrolla en París.

Los personajes secundarios, no son mas que esbozos, caricaturas sin ninguna profundidad, a excepción quizás del personaje de Jadiya, en el que por unos instantes penetramos en sus demonios interiores, pero después, la subjetividad del personaje se vuelve plana. El depravado Jimmy Wong-Fat, es un personaje insulso, sin ningún lustre, del que no nos podemos ni explicar su destino.

El final es demasiado previsible. Grange, sin ningún rubor, nos va dando pistas clarísimas hacia el desenlace, sin que en ningún momento, se moleste en tener preparada alguna sorpresa al pobre lector que ha deglutido las 500 primeras páginas de su insufrible libro.

En definitiva, quizás demasiado pensado para ser llevado a la gran pantalla y engrosar las arcas de su autor, por tanto malo, malo de solemnidad. Mejor leer otra cosa.