01 marzo 2008

El Inquisidor



El Inquisidor
Patricio Sturlese
Random House Mondadori
& Circulo, 2.007 (Argentina 2.007)
414 pags.


En una vieja y olvidada iglesia benedictina de Ferrara, un encapuchado escarba las losetas en busca de un antiguo secreto...Mientras, en la espesura de un bosque y tras caer la noche, una mujer que practica la brujería está a punto de morir asesinada a manos de siete desconocidos. Semanas mas tarde, ambos hechos tan extraños como en apariencia inconexos, se cruzarán como piezas de un mismo rompecabezas en el camino del fervoroso inquisidor General de Liguria, Angelo DeGrasso. Conocido como el Angel Negro, el leal religioso ha sido convocado por la máxima autoridad de la iglesia para llevar a cabo una misión extremadamente delicada: sobre sus hombros recae la responsabilidad de localizar un libro herético oculto, el Necronomicon. Todo apunta a que el hereje Eros Gianmaria, recluido en un convento genovés, conoce el paradero de la obra, aunque mantiene un absoluto mutismo sobre su conocimiento o su existencia. Fiel a sus creencias y a su merecida fama de hombre implacable, el servidor del Santo Oficio no escatimará esfuerzos ni dolor ajeno para cumplir con su encargo. Éste, sin embargo, no tardaré en covertirse en un complejo laberinto, que llevará a DeGrasso no solo a un lejano viaje al Nuevo Mundo, suno tambien a vivir su propia y particular odisea con la verdad, los sentimientos y su amada madre iglesia.

Sorprende esta novela, porque es entretenida, y aunque manido, pero real, se lee de un tirón. En primera persona, nos metemos en la piel de un sádico inquisidor que juzga y condena a herejes y brujas reales. Con un bagaje de instrumentos de tortura impresionante (no repite mas de una vez el mismo instrumento) y con una oratoria capaz de desorientar al mas inteligente de los herejes.
El punto de vista del inquisidor, nos permite apreciar algunos momentos realmente imponentes, como cuando el Ángel Negro tiene un pensamiento pecaminoso con la mujer de su amigo Tomaso, a la que sitúa desnuda retorciendose libidinosa en el potro de la tortura.
El autor, desconocido para mí, creo que es su segunda obra, sorprende, porque crea un thriller de época renacentista, evitando la moda imperante de templarios, rosacruces y demás empalagosos elementos de la moda imperante. Se permite integrar la obra, en los mitos de Cthulhu, pues el Necronomicon y su autor el loco árabe Abdul Alzared, son creacción de H.P. Lovecraft.
En resumen, agradable sorpresa, y merece leerlo, aunque el final es algo flojo y precipitado, es recomendable.

1 comentario:

qumranloe dijo...

'Para gustos, los colores'...Desde mi punto de vista, argumento flojo y facilón con un desarrollo bastante lento y, como bien dices, un final tan precipitado como poco creíble. Tanto es así que, a modo de epílogo, el autor en boca del protagonista, ha de exponer y explicar detalles que quedan un tanto confusos en el desarrollo general de la historia y que no han tenido cabida en ella. Amalgama de personajes poco elaborados (Darko aparece tres veces en 470 páginas) en los que, al final, recae el protagonismo de la trama.
Y, por último, la relación espacio-tiempo: en el precipitadísimo desenlace de la historia, el protagonista parece tener el don de la ubicuidad por lo que podría haber sido condenado por brujo también en la historia... Tan pronto está en Génova o en Roma, como vuelve a Florencia a lomos del mismísimo Pegasus.