12 enero 2007

Los Hijos de la Luz



Los Hijos de la Luz
César Vidal
Plaza & Janes 2.005
311 pgs.

La novela transcurre a través de dos relatos, diferentes temporoespacialmente:

Baviera año 1.775, el Inspector de Policía Wihelm Koch investiga un asesinato sin resolver cometido en su distrito, y unas cartas que han llegado a sus manos, firmadas por un tal Espartaco, cuyo contenido amenaza con desestabilizar claramente el orden establecido. Para resolver esto último pide la ayuda del reputado profesor de grafología Lebendig.

París, año 1.793, un misterioso personaje llamado Karl, se encuentra en París, en el epicentro de la Revolución, contemplando la barbarie cometida por unos y por otros, al tiempo que busca un imposible.

En general es una novela sorprendente, y entretenida, los personajes son originales, el elenco de secundarios está notablemente desarrollado, con la exceción del misterioso personaje Espartaco.

La ambientación tambien desarrollada airosamente, pues respiramos el hedor que desprenden las calles de París, en pleno fervor revolucionario, el temor de las gentes a la guillotina, y por otro, como contrapunto, en el relato del Inspector Koch, la placidez de la Baviera de finales del siglo XVIII.

Tambien, es destacable, que César Vidal, hace que sus personajes protagonistas se alineen claramente contra el pensamiento revolucionario, mostrando todo lo negativo revolucionario. Los masones tambien se llevan lo suyo, ya que son malos de opereta.

El final, sin ánimo de destripar la novela, es lo mas flojo, a mi parecer. Pues el autor realiza un truco de ilusionista con la identidad del misterioso Karl, y por otro lado, el personaje de Napoleón deja mucho que desear.






No hay comentarios: