Unos ojos azules
A Pair of Blue Eyes
Thomas Hardy
Mondadori Feb 2.009 (GB 1.873)
Trad Damián Alou
462 pags.
Hardy es uno de los grandes escritores ingleses de los últimos años de siglo XIX. A caballo entre dos épocas, en su obra se confunde el crepúsculo victoriano con el alumbramiento de una nueva era. Unos ojos azules se desarrolla en torno a la consideración -a menudo falsa- que los hombres tienen de las mujeres. Elfride, una bella joven de ojos azules, es la hija del rector de Endeltow, un remoto enclave de Cornualles. Elfride pronto se verá atrapada entre dos hombres, el joven arquitecto Stephen Smith y un viejo hombre de letras, Henry Knight, que arruinaran su amistad por la chica. A lo largo de la novela, surgen asuntos como las relacciones sentimentales entre clases sociales diferentes, la naturaleza del amor o la fatalidad del deseo.
Yo solo había conocido a Hardy en su faceta poética, por eso compré el libro, y no quedé defraudado. Quizás me estaba preguntando cuando lo leía, si me estaba volviendo viejo y ahora me atraían las novelas rosas...
El caso es que la novela me gustó, pero por diferentes causas. Primero, los exteriores, los acantilados de Cornualles, con el mar embravecido al fondo, los jardines tan notables, los paseos a caballo o en carruaje...¡Qué tiempos mas bonitos! Naturalmente, para el que tuviese dinero.
Después, un elenco de personajes bastante curiosos. Por un lado Elfride, nuestra ingénua y bella protagonista, y sus ojos azules que nos cautiva. Por otro, cinco hombres: el rector de Eldentow y padre de Elfride, hombre con serios perjuicios sociaes, al que ciegan el dinero y las posiciones sociales. Segundo: Stephen Smith, un hombre del futuro, porque es de origen humilde que va a llegar muy alto, pero las lagunas culturales, su ingenuidad y la oposición del padre de Elfride van a dar al traste con su relacción. El tercero en discordia es Henry Knight, un hombre culto, que dirige una revista, pero se muestra pedante, anticuado, reprimido y lleno de perjuicios, el caballero victoriano por excelencia, enfrentado al hombre del siglo XX que representa Stephen. El cuarto hombre es Jethaway, un muchacho de la región, que admira a nuestra herína, pero muere prematuramente, caya madre culpará a Elfride de su muerte. El quinto hombre, presente en toda la obra, solo tendrá protagonismo en los fragmentos finales.
Otro elemento interesante de la novela, son las pinceladas de tipo gótico-romántico: la cita de Stephen y Elfride sobre la tumba del joven Jethaway, las visitas diversas a la cripta de la familia Luxelian...la muerte y al amor, ambos rondando, y la amistad de Stephen Smith y Henry Knight en entredicho, que se vertirá en varias escenas memorables en el último tercio del libro, llegando a situaciones grotescas y absurdas.
En general, muy recomendable. Yo la he ido leyendo en distintos viajes en autobús, y he disfrutado con la novela.
10 marzo 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario